Después de una década, tenemos Soy tu fan: La Película. Si tu creías que el fan service era algo extranjero, esta película llegó para demostrarte lo contrario. Esta película busca revivir y entregarle un regalo a los fans de esta serie o telenovela (no sé como quieras decirle). Fue en el lejano 2010 cuando el canal once estrenó este programa sin saber el tremendo éxito que se venía, pues este tipo de contenido solía ser de Azteca o Televisa.

Fue un año después cuando las cosas terminaron de una forma muy abrupta. Pues muchos se preguntaban qué iba a pasar con Charly (Ana Claudia Talancón) y Nico (Martín Altomaro) después de esta segunda temporada. Lamentablemente todo quedó inconcluso, pues la serie no fue renovada para una tercera temporada. Y todo estaba tranquilo, hasta que la cadena Star decidió revivir el proyecto una década después.

Esta película marca el regreso de todos los personajes y como es que han estado viviendo estos últimos 10 años. Todo después de que Charly dejara a Nico en el altar en 2012… Actualmente el destino los pone de nuevo frente a frente durante la boda de Diego, hermano de Charly.

Si no eres fan, no veas Soy tu fan: La Película

Es muy importante recalcar, tatuar y memorizar este punto. Si no eres fan de este proyecto sentirás que viste un video de 90 minutos y que nunca pasó absolutamente nada. La historia por sí misma es floja, predecible e inolvidable. Un grupo de gente con dinero con problemas sumamente absurdos que no aportan nada.

Así que todo se resume a saber si los protagonistas se van a besar al final. Y como ya quedamos que esta película es un mero fan service, ¿Qué creen que pasa? Saquen sus propias conclusiones. En fin, en caso de que estos 90 minutos te hayan convencido lo suficiente y quieres ver más; nos prometen que la historia continuará.

En fin, la historia tiene buen ritmo, eso le ayuda muchísimo. Nunca se hace pesada y no te voy a negar que me reí en algunos pedazos de la película. Los actores lo hacen bien, desafortunadamente el guión no ayuda en lo más mínimo. Esperemos en un futuro podamos decir que funcionó como el prólogo perfecto de la historia que viene en camino.